domingo, 12 de julio de 2015



CRISIS DE ADAPTACIÓN EN EL ADULTO JOVEN

Es sencillo decirlo, pero, tener 18 años y decidir en ese momento lo que será nuestro futuro no es cosa de juego. Y es que, aunque parezca prematuro, no es inusual que a tan corta edad recaiga sobre nosotros tan grande responsabilidad. Se termina el liceo, viene la Universidad, existe bastante presión entre elegir la carrera correcta, complacer a los padres y no alejarse de los amigos… No es fácil pero hay que hacerlo, a la vez que muchos deben buscar un empleo o depender económicamente de otras personas, otros deben mudarse de la casa por primera vez, llegar a un sitio nuevo y tratar de cumplir con todo lo que la sociedad exige.

En el transcurso de nuestra vida atravesamos por varias crisis, pero las crisis de los adultos jóvenes deben ser comprendidas según las particularidades de este grupo de personas que tienen entre 18 y 25 años para así ofrecerles la adecuada atención. No deben ser tratados como adolescentes aunque lo hayan sido hasta hace un par de años, ya no hay personas responsables por ellos de manera legal ni académica, pero tampoco debe esperarse de ellos la forma de comportarse y sentirse de un adulto mayor.

Desde el punto de vista biológico, la mayoría de los jóvenes son fuertes y saludables, se recuperan pronto de enfermedades, suelen ser atractivos física y sexualmente y están en la cima de su fertilidad (Singh, 2004). Es por ello que deben ser informados que en este momento están sembrando (con hábitos de alimentación, uso de alcohol o sustancias, actividad física, conducta sexual y toma de decisiones) lo que van a cosechar de aquí en adelante. Socialmente, es importante que se conozca que el adulto joven es más propenso a asumir riesgos (Johnston y cols 2006) sexuales, de violencia, de inseguridad, de consumo de alcohol y sustancias, entre otros, que pueden causarle la muerte o limitar sus capacidades futuras, de aquí la importancia de cumplir normas sociales y recomendaciones.

En el adulto joven el pensamiento cambia, se logra integrar las emociones con el análisis racional y ya no se persiguen verdades absolutas, existe más flexibilidad, están menos centrados en sí mismos, los conceptos morales pueden cambiar y son más propensos a tomar sus propias decisiones (Berger, 2009), todo esto ocurre muchas veces durante la época universitaria, pero también en esta época existen realidades sociales, financieras, políticas, familiares y de pareja que se enlazan en todo esto del pensamiento postformal y pueden constituir grandes generadores de estrés que algunas veces llegan a causar problemas de sueño, cambios de ánimo, desmotivación, falta de concentración, inseguridad, sentimientos de culpa, temor al fracaso, ganas de abandonar los proyectos o trastornos emocionales de mayor gravedad.
Es un error suponer que todos los adultos jóvenes se benefician con la independencia o que en todos tiende a mejorar la autoestima sin considerar sus rasgos de personalidad o ciertas circunstancias particulares. Existen demasiadas opciones y muy poca guía (Schwartz, 2004) y se presentan grandes crisis y enfermedades mentales que desde esta edad en adelante pueden acompañarle, como son: trastorno por abuso de sustancias, trastornos depresivos, trastornos de ansiedad, trastornos psicóticos, entre otros que pueden ocasionar aislamiento, incapacidad, reclusión o incluso ideas suicidas, es por esto que el adulto joven aunque no es muy frecuente que vaya a consultas médicas,  debe saber que nunca está de más la ayuda especializada, no solo cuando se está enfermo sino para prevenir trastornos, conocer factores de riesgo y para recibir una adecuada orientación en este importante momento de su vida, cuando es fundamental la toma de decisiones de tipo académico, laboral, familiar, sexual y emocional. Usted no está sólo. Podemos ayudarle.

Contacto:
Dra. Analeda Regalado Betancourt
Médico Psiquiatra - Psicoterapia de Apoyo
San Cristóbal - Venezuela
0416-676.81.26 
Twitter / Instagram: @consultamental

No hay comentarios:

Publicar un comentario