CRISIS DE ADAPTACIÓN EN EL ADULTO JOVEN
Es sencillo decirlo, pero, tener 18 años y decidir en
ese momento lo que será nuestro futuro no es
cosa de juego. Y es que, aunque parezca prematuro, no es inusual que a
tan corta edad recaiga sobre nosotros tan grande responsabilidad. Se
termina el liceo, viene la Universidad, existe bastante presión entre
elegir la carrera correcta, complacer a los padres y no alejarse de los
amigos… No es fácil pero hay que hacerlo, a la vez que muchos deben
buscar un empleo o depender económicamente de otras personas, otros
deben mudarse de la casa por primera vez, llegar a un sitio nuevo y
tratar de cumplir con todo lo que la sociedad exige.
En el
transcurso de nuestra vida atravesamos por varias crisis, pero las
crisis de los adultos jóvenes deben ser comprendidas según las
particularidades de este grupo de personas que tienen entre 18 y 25 años
para así ofrecerles la adecuada atención. No deben ser tratados como
adolescentes aunque lo hayan sido hasta hace un par de años, ya no hay
personas responsables por ellos de manera legal ni académica, pero
tampoco debe esperarse de ellos la forma de comportarse y sentirse de un
adulto mayor.
Desde el punto de vista biológico, la mayoría de
los jóvenes son fuertes y saludables, se recuperan pronto de
enfermedades, suelen ser atractivos física y sexualmente y están en la
cima de su fertilidad (Singh, 2004). Es por ello que deben ser
informados que en este momento están sembrando (con hábitos de
alimentación, uso de alcohol o sustancias, actividad física, conducta sexual y toma de decisiones) lo
que van a cosechar de aquí en adelante. Socialmente, es importante que
se conozca que el adulto joven es más propenso a asumir riesgos
(Johnston y cols 2006) sexuales, de violencia, de inseguridad, de
consumo de alcohol y sustancias, entre otros, que pueden causarle la
muerte o limitar sus capacidades futuras, de aquí la importancia de
cumplir normas sociales y recomendaciones.
En el adulto joven el
pensamiento cambia, se logra integrar las emociones con el análisis
racional y ya no se persiguen verdades absolutas, existe más
flexibilidad, están menos centrados en sí mismos, los conceptos morales
pueden cambiar y son más propensos a tomar sus propias decisiones
(Berger, 2009), todo esto ocurre muchas veces durante la época
universitaria, pero también en esta época existen realidades sociales,
financieras, políticas, familiares y de pareja que se enlazan en todo
esto del pensamiento postformal y pueden constituir grandes generadores
de estrés que algunas veces llegan a causar problemas de sueño,
cambios de ánimo, desmotivación, falta de concentración, inseguridad,
sentimientos de culpa, temor al fracaso, ganas de abandonar los
proyectos o trastornos emocionales de mayor gravedad.
Es un
error suponer que todos los adultos jóvenes se benefician con la
independencia o que en todos tiende a mejorar la autoestima sin
considerar sus rasgos de personalidad o ciertas circunstancias
particulares. Existen demasiadas opciones y muy poca guía (Schwartz,
2004) y se presentan grandes crisis y enfermedades mentales que desde
esta edad en adelante pueden acompañarle, como son: trastorno por abuso de sustancias, trastornos depresivos, trastornos de ansiedad, trastornos psicóticos, entre otros que pueden ocasionar aislamiento, incapacidad, reclusión o incluso ideas suicidas,
es por esto que el adulto joven aunque no es muy frecuente que vaya a
consultas médicas, debe saber que nunca está de más la ayuda
especializada, no solo cuando se está enfermo sino para prevenir
trastornos, conocer factores de riesgo y para recibir una adecuada
orientación en este importante momento de su vida, cuando es fundamental la toma de decisiones de tipo académico, laboral, familiar,
sexual y emocional. Usted no está sólo. Podemos ayudarle.
Contacto:
Dra. Analeda Regalado Betancourt
Médico Psiquiatra - Psicoterapia de Apoyo
San Cristóbal - Venezuela
0416-676.81.26
Twitter / Instagram: @consultamental
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